El otro día estaba en casa, tumbado en el sofá por la noche haciendo como que veía la tele, y en esas aparece un anuncio que me atrapó y me hizo salir del modo “homersimpsonviendolatele” en el que me encontraba anclado, sin necesidad de que el semi grito de Rocío (mi mujer) “…tierraaaaaa llamando a Borjaaaaaaa…”, fuera el que me devolviera a la realidad. He de decir a mi favor, que yo soy de biorritmo diurno, por lo que a partir de las 22:00 soy más bien una especie de ameba que otra cosa, la verdad…
Volviendo al tema, que si no me disperso… (eso de la dispersión es algo que ya me estoy trabajando, dicho sea de paso): el anuncio en cuestión era el del iPad Air. Ya sé que estos de Apple son la caña con el tema de los productos que sacan, pero no fue el producto lo que captó mi atención (ya que lo tengo fichado desde hace tiempo y añadido en mi lista de deseos), ni tampoco las imágenes… sino la voz en off que se escuchaba mientras se sucedían escenas sugerentes en las que se utilizaba el aparatejo de un modo singular. Me resultaba tan familiar esa voz! Su timbre, y también lo que decía: concretamente la frase “que tú estás aquí, que prosigue el poderoso drama, y que puedes contribuir con un verso…”, provocó el arranque inmediato de ese Google que todos tenemos de serie dentro de nuestras cabecitas, tratando de encontrar resultados. Menos mal que se esa vez mi buscador particular funcionó a la perfección a pesar de estar en estado semi-catatónico, ya que identifiqué rápidamente su fuente: “El Club de los Poetas Muertos”.
Es curioso observar la reacción que provocó en mí ese pequeño estímulo: al día siguiente, recién llegado a la ofi y con la silla aún por calentar, busqué en Google el anuncio, también me metí en Youtube para encontrar el fragmento exacto en el que aparece la escena del profesor Keating hablando a los chavales, me acordé de que tenía la peli, lo que me llevó a volver a verla a los pocos días, y además de todo eso, ha motivado esta entrada del blog y que hoy también esté hablando, cómo no, del iPad…Qué listos son estos tipos que crean los anuncios! Cómo saben las teclas que han de tocar en las pesonas para que transitemos desde el rol de espectador al de potencial cliente o consumidor…
Dejando a un lado cuestiones de técnica publicitaria, y centrándome en lo realmente importante, hoy me gustaría compartir un pequeño fragmento de un texto al que se hace mención en la escena de la peli que yo he bautizado como la “Escena de entender la poesía”. Y, haciendo uso de las geniales lecciones que he aprendido del profesor Keating, voy a sugerirte que te dejes cautivar con el lenguaje, con las palabras que emergen de esta poesía, como si de una caricia se tratase, y que te dejes sentir y escuchar por dentro, por si algo se mueve…
«No dejes que termine el día sin haber crecido un poco, sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte, que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima, nos enseña, nos convierte en protagonistas de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra, la poderosa obra continúa: Tú puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar, porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores: el silencio. La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes. Huye.
«Emito mis alaridos por los techos de este mundo», dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas, pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca tener la vida por delante.
Vívela intensamente, sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte. Las experiencias de quienes nos precedieron de nuestros «poetas muertos», te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros Los «poetas vivos».
No permitas que la vida te pase a tí sin que la vivas ….
Vive con intensidad tu vida y no dejes nunca de soñar…»
Walt Whitman
Todo un himno a la belleza de la vida, tu vida…
Seguiré soñando, imaginando y creando versos desde los que contribuir a este “poderoso drama”,oh capitán, mi capitán…