Cuestión de Actitud

Mes intenso, este mayo, donde los haya. Mucho trabajo, pero sobre todo, un mes de muchos recuerdos, todos ellos vinculados a mi madre…

Hace unos días recibí en casa una carta. Era de la empresa funeraria que gestionó los trámites que conllevó el fallecimiento de mi madre el año pasado, y lo primero que pensé era que habíamos pasado por alto algún trámite o que nos remitían algún tipo de documentación. Nada más lejos de la realidad. La carta decía lo siguiente:

“Estimado Señor;

En este mes de mayo se conmemora el primer aniversario del fallecimiento de Dª… Por este motivo, desde LUCEM Servicios Funerarios, nos ponemos en contacto con ustedes para reiterarles nuestras condolencias por su triste pérdida, así como le manifestamos nuestro más sincero agradecimiento por la confianza depositada en nosotros.

Sin otro particular, reciba un afectuoso saludo…”

E incluía un pequeño texto: “Necesitamos tiempo para soñar, tiempo para recordar y tiempo para alcanzar el infinito… Tiempo para ser”

Una carta. 4 líneas. 77 palabras… Un pequeño gesto, un detallito simplón, algo fácil, sencillo, rápido, aparentemente inocente y liviano, pero que provocó una intensa y sentida reacción emocional en mí. De repente me vino a la cabeza Juan, la persona de la empresa que se encargó personalmente de todos los trámites, y sentí un profundo agradecimiento por haber empatizado con nuestro dolor, por haberse acordado, y en definitiva, por habernos tenido en cuenta… como personas.

  La mirada y la mariposa

Un momento, y chasss… se creó una conexión.

Esa conexión hizo que mi mujer le mandara un wasap de agradecimiento, y ha provocado que hoy hable de esto por aquí, entre otras cosas…

Pues sí, esto de las conexiones me gusta. Hace poco leí una frase que me encantó: “Una conexión comienza con dignidad”. El repartidor de periódicos en la puerta del metro, el chófer del autobús, la seño que abre la puerta del cole de los niños, el paquistaní de la esquina que prepara unos kebabs de muerte, el conserje de la ofi… Estamos tan atareados y con tantas urgencias metidas en el cuerpo que es tan fácil ignorarlos, como si fueran invisibles… ¿Dónde dejamos el contacto visual, la sonrisa, el “gracias”, el “buenos días”? ¿Dónde dejamos la dignidad que nos merecemos las personas?

  No lo hagas…

La conexión genera una nueva plataforma de interacción personal… y esa nueva plataforma provoca movimientos interesantes. Lo tengo comprobado, de verdad. No hace falta provocar una catarsis, qué va… Un pequeño gesto, una mirada sostenida acompañada de un agradecimiento, un tono cálido, una sonrisa, una escucha respetuosa… o una carta cuando no hay ninguna obligación…

Eso es dignidad… Y yo, trataré de acordarme para que no se me pase.

Porque todo, en esta vida es cuestión de actitud…

@borjaruizg +BorjaRuizGallego

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