Coaching en empresas ejemplos del momento
El coaching en el lugar de trabajo es una industria floreciente con un creciente cuerpo de literatura que lo respalda. En este artículo analizamos el coaching en el lugar de trabajo, cómo funciona y cómo puede utilizarlo para hacer crecer su organización.
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La información se transmite en dos sentidos: el coach responde a la información sobre las necesidades del coachee, mientras que el coachee recibe ayuda, en forma de escucha activa, preguntas reflexivas u orientación concreta, del coach.
El coaching en el lugar de trabajo libera el potencial del coachee. El coaching es un enfoque facilitador, en el que el coach posibilita el futuro aprendizaje y desarrollo autodirigido (Passmore y Lai, 2019). De este modo, el coaching se ajusta al adagio:
El coaching en el lugar de trabajo puede ocurrir internamente, con gerentes y líderes que involucran a los empleados en sesiones de coaching formales, “sentados”, o informales, “sobre la marcha”. Cuando el coaching se produce internamente, se convierte en un estilo de liderazgo. También puede ocurrir externamente, con un entrenador externo que trabaja con los líderes. Cuando el coaching se produce de forma externa, se denomina intervención (Grant, 2017).
¿Cómo se utiliza el coaching en la empresa?
Los coaches empresariales ayudan a los propietarios a hacer crecer su negocio de forma rentable, sostenible y alineada con lo que es más importante para el propietario. Esto suele significar que los clientes aprenden a utilizar su tiempo de forma óptima, dejan de realizar acciones innecesarias, delegan más y se centran en utilizar sus puntos fuertes.
¿Qué es el coaching eficaz en el lugar de trabajo?
Entrenar eficazmente significa lograr un equilibrio de varias cosas: Orientación, motivación, apoyo, retos y retroalimentación.
¿Qué es un ejemplo de coaching?
Un ejemplo es el de un empleado que entrega su trabajo tarde y retrasa un proyecto, pero un coach puede ayudar a desarrollar habilidades de gestión del tiempo y mejorar la productividad del empleado. Los entrenadores pueden impartir formación individual cuando la política de la empresa cambia para ayudar a los empleados a cambiar su comportamiento y adaptarse a las innovaciones.
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Cuando digo “coaching empresarial”, es posible que te imagines inmediatamente a unos cursis conferenciantes motivacionales, una fría sala de conferencias en un hotel y un café igualmente desolador. Pero el coaching empresarial puede ser la inversión más importante que haga en su carrera o negocio, porque puede enseñarle los entresijos del mundo empresarial de primera mano.
Buscar un coach empresarial o de negocios puede ser un gran recurso para todo tipo de industrias. Tanto si eres un profesional de los negocios que lucha por conseguir un ascenso como si eres un empresario que no está seguro de cuál es su próximo paso, el coach empresarial adecuado puede ponerte en un camino lucrativo hacia el éxito.
Los coaches empresariales ayudan a los empresarios, propietarios de negocios y profesionales a crecer de diversas maneras. Reciben una remuneración y suelen trabajar en un horario fijo para compartir comentarios procesables, consejos personalizados y planes de crecimiento para que sus clientes aumenten los ingresos de la empresa, aceleren su carrera o incrementen el crecimiento del negocio.
El objetivo de un coach empresarial es ayudar a los propietarios de empresas a enfatizar sus puntos fuertes de liderazgo, mitigar los puntos débiles y establecer un camino claro que les ayude a tomar mejores decisiones empresariales y manifestar su visión global.
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Algunos líderes llegan a donde están trabajando duro y aprendiendo las reglas del juego. Algunos también parecen tener una capacidad innata para motivar e inspirar a los demás. Pero una buena ética de trabajo, una personalidad carismática o el poder de persuasión no son suficientes: para liderar de verdad en el lugar de trabajo, hay que aprender técnicas de coaching eficaces. El coaching es un factor clave para el desarrollo de su plantilla, por lo que todo plan de desarrollo interno no sólo debe incluir el coaching, sino también enseñar a sus directivos y supervisores a entrenar de forma eficaz.
El coaching consiste en fomentar la independencia y encender el potencial de los que reciben el coaching. Los directivos que adoptan un estilo de coaching ponen a los empleados en el asiento del conductor, permitiéndoles tomar sus propias decisiones cuando es posible. A medida que el empleado se responsabiliza de los resultados, aumenta su autoestima. Esto impulsa el desarrollo personal continuado, la comprensión y la motivación, lo que a su vez conduce a una cultura corporativa con mejores relaciones en el lugar de trabajo y productividad.
Un coach no es un simple animador que sólo da elogios y choca las manos por el trabajo bien hecho. Tampoco es un sargento instructor que grita reglas estrictas y reprimendas. Entrenar eficazmente significa lograr un equilibrio entre varias cosas: Orientación, motivación, apoyo, retos y retroalimentación.
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Ser gerente nunca ha sido fácil, y no parece que vaya a serlo. El lugar de trabajo es más imprevisible que nunca. Exigimos más a nuestros directivos, esperamos más de ellos, les presionamos más y, sin embargo, (en muchos casos) no les preparamos continuamente para sus funciones.
En una gran variedad de sectores, seguimos promoviendo a los directivos basándonos en habilidades que no tienen mucho que ver con la dirección y el entrenamiento de personas. Su identidad como colaboradores individuales estelares, líderes de ventas o empleados no les ayuda a identificar cómo sacar eso de los demás. Sin embargo, muchos directivos desean realmente marcar la diferencia tanto en sus equipos como en sus organizaciones. Sólo que no saben cómo.
El hecho es que sus empleados también quieren estar bien en el trabajo. Quieren sentirse conectados, empoderados y hacer un trabajo que tenga sentido y propósito. Capacitar a los directivos como entrenadores -no como comandantes- puede ayudar a reducir la brecha entre los líderes y sus equipos.
Y la necesidad de coaching nunca ha sido mayor. Para retener y hacer crecer a los mejores talentos, cada vez más empresas son proactivas en su enfoque del desarrollo de los empleados. Esto significa abandonar los viejos programas de formación de su empresa y adoptar un enfoque que apoye y desarrolle a la persona en su totalidad. Más que enseñar habilidades, el coaching ayuda a los individuos a entenderse mejor a sí mismos y a su forma de trabajar. Esto conduce a una mayor satisfacción en el trabajo, a una mejor retención y a la colaboración dentro (y entre) los equipos.
